miércoles, 15 de julio de 2009

TRAVESURAS DE UNA NATURALEZA SIN PREJUICIOS


Esta foto la tomé en el verano del 2004 en la Antártida, y sin tener trucos de ninguna naturaleza, aporta la voluntad de la propia naturaleza de sorprender al hombre en su insignificancia. Esta escultura fálica de un pene gigante, erecto sobre un hielo flotante, sorprende mas allá del hallazgo pues el observador especula inmediatamente sobre todas las coincidencias que tuvieron que converger para que aquello aparezca finalmente frente a nosotros. Paradójicamente el femenino del pene pareciera ser la pena. El lamento de algo no concretado, la falta o ausencia de alguna cosa. Entre lo masculino y lo femenino, entre la pena y el pene, me quedo yo con la imagen que reafirma la voluntad de la naturaleza por sorprender nuestro pobre entendimiento.

2 comentarios:

Red Hispania dijo...

Estimado amigo:

Te hemos enviado en otro mail el permiso de escritura en nuestro blog Red Hispania a la dirección homocivilis@hotmail.es

Bastará con que pinches en el link en él contenido para que puedas empezar a escribir en nuestro blog colectivo.

Un saludo cordial :-)


RH

Anónimo dijo...

Folle un poco y deje de imaginar penes.