domingo, 6 de septiembre de 2009

La civilizacion


El espíritu de la civilización no esta en un punto geográfico definido, ni en un determinado país o ciudad.

La civilización es una actitud humana ante la vida que se esculpe en el mármol de la conciencia colectiva de un grupo humano. Así como la inspiración no esta en ninguna biblioteca, ni en ningún archivo. Nunca ha sido la forma lo que distingue al contenido.
Se la puede imitar, copiar, reproducir pero no es autentica. Mucho menos tiene éxito cuando carece de la motivación que ha impulsado a la original. Aunque plena de caminos errados, equivocaciones repetidas y desafortunados egoísmos, la civilización es la voluntad humana de desentrañar el conocimiento. Es la búsqueda de ese “espíritu humano superior”, que agita las almas de quienes, la piensan, la sueñan, y se regocijan en cada paso dado. Es en ella donde el objetivo sobrepasa la propia existencia. Donde los hombres no cuentan las horas y la pasión no conoce el peso del esfuerzo. Pero como sucede con la intención de las mejores cosas, el espíritu de la civilización se derrumba cuando los “oportunistas” reemplazan a la virtud y pretenden estar a la altura de dirigirla. Cuando los hombres “vulgares” se apoderan de su destino y transmutan los ideales por sus intereses y al talento por la simulación.

1 comentario:

navelEgante PabloRivas dijo...

Destaco:

>> la civilización es la voluntad humana de desentrañar el conocimiento. Es la búsqueda de ese “espíritu humano superior”,

Divino?


>> Pero ... el espíritu de la civilización se derrumba cuando los “oportunistas” ... pretenden estar a la altura de dirigirla.

Y dirigir "la evolución" es la excusa de los dirigentes/gobernantes cuyo verdadero objetivo es comercializarla y obtener beneficio económico usando a la humanidad como mano de obra, y al planeta como cantera de los recursos. Los gobernantes son los elegidos de los electores (los gobernados), el Pueblo que ya no los necesita cuando accede a su "espíritu superior" (verdadera soberanía, no la otorgada por el estado) en el que evoluciona libre y al que los dirigentes no alcanzan, de modo que la Dirección se derrumba al no tener apoyo.

Y gracias por sus servicios vendidos.